El Castillo

Castillo de Corvinos

Historia

El Castillo Palacio de Corvinos, es un lugar de fundación románica, que en sus orígenes tuvo por destino la explotación agropecuaria. En la época del dominio musulmán y hacia el siglo IX, el predio fue fortificado pasando a formar parte del entramado defensivo de la Marca Superior de Al Andalus, siendo su fundamental objetivo servir de freno al avance del ejército aragonés sobre las ciudades de Huesca y Zaragoza.

En el año 1080 el Rey Sancho Ramírez de Aragón (hijo primogénito del Rey Ramiro I, primer rey de Aragón), conquista la fortaleza en la batalla de los llanos de oscense.

Para ello cuenta con el apoyo de una tropa de caballeros cruzados del mediodía francés al mando del Duque de Aquitania.

A partir de ese momento el ejército aragonés establece un sitio por trece años sobre la ciudad de Huesca, el cual culmina con la rendición de dicha plaza en la batalla de Alcoraz en noviembre de 1096.

Ya en el siglo XVI se levanta un nuevo edificio sobre los antiguos cimientos del castillo musulmán y años más tarde la Iglesia de San Pablo de Zaragoza, propietaria hasta entonces, lo vende, pasando a ser de propiedad señorial. 

Restauración

Tras el deterioro sufrido por el tiempo, los actuales propietarios del castillo comienzan en 2010 una restauración importante que devuelve a la fortificación su antiguo esplendor. 

Bajo la dirección del arquitecto Ramón Arana, especialista en restauración de edificios históricos, las obras se hicieron con mucho cuidado, respetando al máximo la autenticidad del edificio y conservando la exquisitez, confort y elegancia en cada una de sus estancias. 

Un largo pero hermoso proyecto, en el que siempre se trabajó con la ilusión de ofrecerte este lugar de ensueño.

Castillo de Corvinos Antes Castillo de Corvinos Ahora

Estado actual

Hoy en día el castillo se levanta señorial y majestuoso en el centro de una finca dedicada a la explotación agrícola. Campos de cultivos interrumpidos por montes de carrascas y almendros junto a añosos promontorios de piedra, regalan una formidable imagen pictórica.

Asimismo, rodeando el castillo, se encuentra nuestro parque de 10.000 m2 con olivares, almendros, rosales y azaleas. Una hermosa vista y unos idílicos horizontes proporcionan el lugar perfecto para la pausa, el reencuentro  y el descanso.